jueves, noviembre 30, 2006

ET phone Migracion

A eso de las 11:45 a.m. algún mísero eructo de la naturaleza hurtó la billetera de mi mamá en el Megasuper de Moravia. Con un arsenal de cámaras y una jauría de idiotas que lo siguen a uno para asegurarse de que no se cachen alguno de sus preciados productos, uno se imaginaría que alguien vio algo. Pero no. Como mi mamá no hurtó nada, nadie la vio. Mi papá habló con el gerente para ver el video (hay 16 cámaras, dice el Megasuper, yo pregunto cuántas son de verdad) a ver si ven qué pasó pero no veo el objeto de eso. Simplemente no se puede descuidar uno. Menos en diciembre cuando esas sabandijas apestosas buscan su aguinaldo. Cuiden su aguinaldo, chicos/chicas.

Para comenzar, la tonta tonta página de BNCR no tiene un link para números de emergencia. Solo aparece, chiquitico en una esquina, el número de la Central. Sí, porque en caso de emergencia quiero hablar con la Central. En realidad no debería quejarme, congelaron las cuentas en asunto de 5 minutos. Nota: Es buena idea pedir ese número de antemano y, si no le roban el celular al mismo tiempo que la billetera, al menos tiene ese número de emergencia registrado. Eso aprendí el 1 de mayo, cuando algún pobre ladrón sacrificado trabajó ese feriado para robarme la billetera en un Pequeño Mundo. Maldito Pequeño Mundo y sus calzones baratos. Por qué son tan baratos, son una tentación.

La vaina tiene cola. Mi madre es extranjera residente y era una de las beneficiadas por el decreto que automáticamente renovó 55 000 cédulas de residencia. Claro, le dan un duplicado, pero mi mamá no puede estar de pie tanto tiempo así que irá yours truly con un poder, si es eso posible en este maldito país burocrático de los once mil carajos. Y claro, sin sacar el duplicado no puede sacar la licencia ni la tarjeta de débito, tarjeta de pensionada, carné de la Caja, medicinas del Seguro... La verdad, nadie la tiene por no nacionalizarse, pero la zozobra la tiene molesta e inquieta. A una persona mayor romperle el status quo es asunto grave. Sí, esta vaina tiene cola.

Visité la sección de Residencias de página de Migración pero, con la nueva ley, parece que no están disponibles los documentos que "facilitan el proceso de trámite" (y de por sí esperaría que eso fuera un link a leguardamossuespacio.co.cr o vendorenovaciones.co.cr porque de otra forma el trámite será inevitablemente engorroso. Como dijo Lachi, hace un papanicolau sonar bien.

Así que se alista la Sardina descendiente de ilegal a nadar contra corriente. Bueh, a la larga agarro al menos un lindo bronceado salmón por toda la asoleada. Pudrición. Amargazón.

miércoles, noviembre 29, 2006

Boletín canino número 1: conozca los piojos

Si le da asco fácilmente, evite este post. Les recuerdo que no soy veterinaria, pero sí una perfecta animal, por lo que no hay que creerme nada.

Entre todas las parasitosis posibles en los animales, uno nunca piensa en piojos. Como diría Les Luthiers, pulgas, garrapatas, una buena lombriz... Sin embargo se puede dar que gatos o perros tengan piojos especialmente entre animales confinados a un área común, como los albergues, criaderos o jaurías callejeras.

Síntomas:

Además de bichos blancos asquerosos adheridos a la piel del animal, puede verse picazón, caída de pelo, descamación epidérmica, abrasiones inducidas y anemia, en el caso de los cachorros. Déle, rásquese del asco. Yo lo vi a través de un microscopio ayer y todavía me estoy rascando, aunque comprenda que los piojos que tengan perros o gatos no infestan a los humanos.

Diagnóstico:

La mejor forma de diagnosticarlo es a través de un raspado. Nota interesante: muy comunmente se confunde la infestación de pulgas o piojos con la sarna, porque el animal destruye su pelaje rascándose. Por eso es crucial realizar un raspado.

Tratamiento:

Frontline, sea en pipeta o en spray. No encontré información sobre tratamientos orales o inyectables, pero debe haber.

Prepárese entonces a recoger lombrices. Sí, porque cuando uno dice que un animal tiene "bichos", no se refiere a los diminutos (benditos sean) que el ojo no ve, sino muchos que uno sí ve... retorciéndose.

Que tengan buen día :)

lunes, noviembre 27, 2006

Collares para gatos

Este post es de parte de mi amiga Dora, la doctora tiradora. Nótese porque se sale de mi firme promesa de ser el blog más light y mundano de Costa Rica.

Hace dos semanas fue al AutoMercado a comprarle un collar a su gata, Temis. Entre las opciones había un collar marca "Bravo" etiquetado como "para gatos y perros" pero que es simplemente una tira con una hebilla. Ese collar es aceptable, si quieren pasear su gato con una correa. Sin embargo, son pocos los casos de gatos que soportan ser tratados como perros.

Si un gato va a tener collar (yo soy anti-collares, pero es un asunto personal), éste debe adaptarse a los menesteres gatunos, como son brincar techos, subir árboles y atacar con malicia a cualquier pobre bicharraco que pase. Los collares de gato tienen o un elástico o un cierre especial que se revienta si siente resistencia. Eso evita que los gatitos queden colgados o se quiebren el cuello en caso de que se quede atascado. En inglés se llaman "breakaway collars". No lo inventó Dora, ni yo. No es nada extraño, se consiguen en tiendas de mascotas, salen en internet, son recomendados por asociaciones veterinarias, tiendas veterinarias, organizaciones, etc. Uno puede ser chambón y comprar un collar normal, pero lo que es imperdonable es fabricar un collar de estos y venderlo como "collar para gatos".

Dora, por preocupación, llamó al número que aparecía en la etiqueta para advertirle al señor. Una vez que logró localizar al dueño, un veterinario, éste señaló a final de cuentas y de muy mal modo que no había nunca escuchado de un collar con tal dispostivo de seguridad.

Dora me pidió que por favor posteara la historia para advertir a la gente que no compren collares para gatos Bravo, a menos que los usen para pasearlos.

Algunos ejemplos:

Con cierre especial:




















Con elástico (debajo del lazo):

domingo, noviembre 26, 2006

Fotos XV Copa Costa Rica








martes, noviembre 21, 2006

Dr. Misterio


Iba a poner una foto del Dr., pero pucha qué feo que es, de primera entrada asusta. Tardis en cambio es hermosa.

Con este post acepto mi geekitud. La acepto. Al mismo tiempo, soy la última en enterarse, así que eso me redime algo. Soy una geek despistada y con mala memoria. Sí, mejor. Lo traigo a colación porque el viernes en la noche caché el final de un episodio. Me parecían vagamente conocidos los personajes, pero cuando vi el Tardis y oí la musiquilla, estuve cerca de llorar. Para los adictos a la tele, es como encontrarse con un compa a quien uno le perdió la pista. Quise poner un podcast pero, para ser perfectamente sincera, cuando se requiere leer más de dos páginas en internet para hacer algo, lo dejo tirado. Otro factor que me redime.

Dr. Misterio (Dr. Who) es la serie de fantasía/ciencia ficción que más ha durado en la tele. Estoy segura de que todo el mundo la vio en algún momento de su vida, pero por si no, resumidas cuentas el Dr. viaja a través del tiempo y espacio por medio de Tardis para encontrarse con villanos a quien debe vencer. Su meta: no sé. Curiosamente, sea porque soy despistada o simplemente porque había tanto de ciencia ficción en la tele en esa época, nunca me percaté de que viajaba en el tiempo, solo en el espacio. En todo caso, Teletica sin duda solo compró una temporada y luego la repitió quince veces así que podría ser que ese año estuviera bajo el presupuesto de escenografía (año pobre) y lo hubieran filmado todo en el patio de la BBC con ayuda de estudiantes de arquitectura o diseño de interiores haciendo su práctica profesional.

Leyendo un poco para escribir este post con algo de información clara (y no mis recuerdos de niña) descubrí también que Tardis, la máquina del tiempo, no era una cabina telefónica, sino una cabina policíaca, una especie de teléfono para emergencias. Me autoflagelo por pola. Tardis lo limpiaba a uno porque por dentro era más grande que por fuera. Para los geekoides mayores, Tardis es por las siglas de Time And Relative Dimension In Space. Nota: Ponerle Tardis a mi próximo gato. A ver si el condenado sale y entra sin llorar en la puerta a las 5.30 a.m. Tardis hacía un sonido extraño al "despegar" y "aterrizar" (hay un gran debate, al parecer, sobre si es una nave espacial o no, pues se materializa y dematerializa). No puedo describirlo exactamente, pero era metálico, sin duda. Piano, pianissimo, crescendo hasta que se escuchan giros metálicos, como de engranajes oxidados y de nuevo fade out . Wikipedia nos dice que fue hecho arrastrando un juego de llaves por una cuerda vieja de piano, pero eso no les puede dar la menor noción del sonido, estoy segura. Es una obra de arte.

De los diez doctores (contando la película en 1996 y la serie nueva), el único que probablemente reconocemos es este, Tom Baker:


Me recuerda mucho al personaje principal de House. Arrogante, amargado, escéptico y con algunos ramalazos de humanismo que lo avergüenzan. Es una de esas personas tantísimo más inteligente que los demás que se frustra explicando el menor detalle, es incapaz de ponerlo en términos más sencillos y está convencido de que es un esfuerzo inútil. O sea, es un doctor (pido disculpas a los cuatro o cinco doctores que no son así-- como mi amiga Dora).

Mi anormal manera de comprender los asuntos de pareja probablemente se origine en sus disfuncionales asociaciones con mujeres (todo lo que sé lo aprendí de la tele). Era tosco con ellas, las trataba como tontas y estorbosas pero a la vez las protegía y cuidaba (gracias, BBC, la cuenta del psicólogo está en el correo). Siempre me preguntaba al final por qué las extrañaba tanto si las había tratado tan mal y cuando una desaparecía, aquello era culebrón al mejor estilo La Caldera del Diablo. Había una tensión sexual increíble, pero nunca se materializaba. Si lo piensan, eso explica por qué una serie puede durar tantos años. Ojalá la tele gringa entendiera eso y dejara de arruinar programas perfectamente buenos al juntar sus personajes.

Curiosamente, no recuerdo muchos villanos. Principalmente una mano que se arrastra sola y me inspiraba profundo terror. Eso es todo. Cada vez me veo menos geek. Si uno consulta la página de Wikipedia, queda con la sensación de que algunos de los monstruos estaban inspirados en los libros de H.P. Lovecraft. Otros son los roboticos de siempre: autómatas, Daleks (que son algo como los Borgs)... lo de costumbre que, como decía San Freud, apela a esa sensación de horror por ser algo tan familiar como el humano pero a la vez automatizado, con movimientos en serie, repetidos.

Y bueno, cayendo... ¿la versión nueva cómo está en comparación con la segunda? Vi poquito de ella, aunque parece que para comenzar pasó de formato de 30 minutos a una hora. Guarda una calidad de futurista cheap chic por lo que vi, lo que me encanta. Probablemente no he visto suficiente de la versión vieja tampoco para hacerle justicia, pero juraría que la nueva tiene algo de Matrix ahí colado. Así que luego de toda la hablada, no me comprometo. Por si no se han dado cuenta, nunca me comprometo.

Entre paréntesis, fue siempre sueño de niña tener una bufanda como la del doctor. En principio aún no lo he logrado, pero en 1998 Gina, una amiga, me trajo una de Inglaterra muy parecida, sin habérselo yo pedido. No hay ninguna posibilidad de que Gina esté leyendo esto, pero hago el agradecimiento público de todos modos.

Dr. Who: People & Arts, viernes a las 9:00 p.m., repris los sábados a las 6:00 a.m.

viernes, noviembre 17, 2006

Mi pie izquierdo

Les advierto, este post carece de sentido (más de lo normal).

Estos días son irreales. Creo que es el clima. Esas mañanas de verano y tardes de invierno lo hacen a uno sentirse como si no estuviera ni en un lugar o tiempo ni en otro. Es como el cuento Isabel viendo llover en Macondo. Para agregar a ese sentimiento de desubicación, desde hace quince días soy responsable de parte de la conta y papeleos, alias aburrido al cuadrado, que me han llevado a los confines de instituciones como la Caja o el INS.

Ayer decidí ir yo misma a tributación para imprimir etiquetas y recoger formularios. Como mi hermana va por el mismo lugar, decidí ir a la casa de mis padres y salir de ahí con ella, para aprovechar. Llegué a buscar qué desayunar allá, pero los sartenes estaban en un lugar extraño, los huevos no estaban en la huevera de la refri sino en otro lado. Nunca encontré la mantequilla. Nada tenía sentido. Las cosas son familiares y a la vez no lo son. Es ese sentimiento de "unheimlich" del que hablaba Freud. Lo familiar de repente me angustia. Freud de por sí ya me angustia.

En eso vi el periódico y salió el camello de Avenida 10. Qué curioso, hoy voy a andar cerca de "Alfombras Camello" y justo hablaba hace poco de tan digno animal. No deja de ser una absurda coincidencia, lo del camello. Difícilmente puede ser una señal, es un camello... pero qué coincidencia. Ahí está la posibilidad de montar a camello, a la vuelta de la esquina. Es como si La Nación me hubiera oído y me hubiera recordado del camello tico.

Ya en Paseo Colón bajo del bus y comienzo a caminar, observando lo lindas que son las casas por ahí. En realidad ya casi ninguna es casa, pero cuando era niña era glamuroso vivir ahí. Sin embargo, ahora si acaso una de cada cuatro es una casa. Lo único que es familiar es Sala Garbo. Finalmente llego a Tributación, mentalmente preparada para pasar al menos una hora. Me lo advirtió el contador, me lo dijeron mis compañeros de trabajo. Sacar las etiquetas es cuestión de fila y paciencia. Pido las fórmulas (2 minutos), paso a imprimir etiquetas (hay solo 3 personas en fila) y la vuelta de horas se convirtió en minutos. Se siente inverosímil. Ya no se puede contar ni siquiera con la burocracia para poner los pies en la tierra.

Bajo a tomar la Periférica. En eso miro hacia arriba y noto que están colocando las luces de Navidad en los árboles. Con un camión que parece e rescate se suben dos muchachos y tiran las luces sobre las ramas de los árboles, solo para descubrir, una vez que las colgaron, que algunos bombillos están quemados. Curioso, uno nunca dedica tiempo a pensar como llegaron las luces ahí. ¿Qué estoy haciendo aquí, en Paseo Colón, en una parada, con apuntes de turco moderno en la mano? ¿Es diciembre o noviembre? ¿Luces navideñas desde el 17? Si juego un poco con la idea, podrían estar quitándolas y entonces sería enero. Ahora soy cómplice.

Esejotabé llega finalmente y quiere hacer de las suyas. Para en media calle y yo salto en frente de carros para tomarlo. Me subo en carrera y me siento en el primer espacio posible: a espaldas al chofer. Ahora no es imaginario. Es absolutamente físico: voy al revés. No hay mejor manera de describirlo que en francés: je me sens mal dans ma peau. No es pedantería. Simplemente no hay mejor forma de describir el día de hoy. No es que me sienta mal, sino que me siento ajena a mí misma. En la primera parada me siento mirando hacia el conductor para tratar de recuperar un poco el balance. Así deben sentirse los gatos cuando se dan un costalazo, de esos en los que no les dio chance de dar vuelta.

10:18 a.m., me siento en la oficina, me mandan un link para un test que, una vez completado, me dice que soy cuervo. No sardina, cuervo. Nevermore.

lunes, noviembre 13, 2006

Consejos útiles: cómo controlar su camello



¿Les ha ocurrido que algo les espanta el camello y lo tienen que corretear por todo el... ehhh, el desierto? Yo odio cuando pasa eso. Por eso les pongo estos consejos:

1. Manténgase calmado.

2. No hale las riendas, porque a diferencia de los caballos, los camellos a veces se atan de la nariz y eso les puede provocar dolor o asustarlos aún más.

3. Si su camello parece ir cada vez más rápido (alcanzan velocidades de hasta 64 km/h), considere saltar de él.

4. Si no saltó, agárrese. Eventualmente parará.

5. Una vez que está bajo control--¿soy yo, o hasta acá no pareciera que uno haya controlado el animal?-- hágalo echarse.

Tips

a. No se enoje con su camello. Son rencorosos y si lo maltrata, lo recordará. (Además, escupen). Hmm, suena a un ex-novio.

b. Cámbiele el sistema de rienda de nariz por uno que se sujete de la cabeza, así no se preocupa de hacerle daño o asustarlo si hala de las riendas para someterlo.

c. Memorícese las órdenes para montar camello. Y compre seguro de vida, porque si se montó en un camello sin saber cómo, es cuestión de tiempo para que su familia cobre esa póliza.

d. Acostúmbrese a halar de las riendas únicamente si quiere girar, y hágalo gentilmente.

e. La mayoría de los camellos son animales de manada, así que, una vez que se tranquilice probablemente vuelva a casa. Pero solo para estar seguro, tal vez deba considerar ponerle un Lo-Jack.

Quisiera haberlo inventado yo, pero está en wikihow.com

viernes, noviembre 10, 2006

Shaggy el gringo


Más o menos una vez al mes me topo con Shaggy el Gringo en el bus. En realidad no sé como se llama, pero lo bauticé así porque pareciera que Hanna Barbera se inspiró en él para dibujar la caricatura. De hecho, me da una nueva percepción de Shaggy el personaje, pues entiendo ahora perfectamente esa barba rala, ese aire de pelo sucio que no me quedaba claro en la caricatura. Hanna Barbera en realidad hicieron un buen trabajo.

Como he mencionado múltiples veces, soy muy poco observadora (la palabra que busco es despistada tal vez). Obviamente nunca me fijo en nadie en el bus. Sin ser necesariamente antisocial, me percaté el otro día que llevo un año de decir "buenos días" en la parada de bus sin socializar con nadie. Creo que es un éxito, sinceramente, porque soy demasiado hablantina y así puedo mantener el look de mujer misteriosa (o vieja rara, como dicen mis amigos).

El asunto es que postré mis ojos en Shaggy porque tuvo la gentileza de ofrecerme su asiento, lo que me conmovió. Le agradecí, agregando que ya casi me bajaba y se lo ofreció entonces a una señora de edad avanzada. Espero que no me ofreciera el asiento por mi edad avanzda, hmmm.... Así es como de vez en cuando lo veo. Me imagino que ha estado en el mismo bus más de una vez al mes, pero yo casi siempre ando en la luna y ya es un milagro que lo reconozca, creo yo. Hoy lo vi, más Shaggy que nunca, con una camiseta de Cornell. He de decir que me impresionó. Shaggy el de verdad no fue a Cornell, apuesto. Bueno, obviamente que no, por ser personaje de caricatura, pero si hubiera sido real, hubiera ido a una "party school" en California, sin duda. Acto seguido, pasé mis próximos 10 minutos pensando esto:

a. Puede ser una de esas personas que parecen tontas pero en realidad son muy inteligentes.

b. Qué rata soy, ¿qué tal si es un voluntario de alguna organización que enseña a leer a niños de zonas marginales? Soy una repugnante.

c. O tal vez alguna iglesia lo mando a evangelizar. Ha! Evangelizar. Evangelice esto. Seguro por eso me dio el campo y sus próximas palabras iban a ser: has pensado en Jesús hoy" o algo así.

d. Podría ser de intercambio, en cuyo caso, ¿donde están los otros gringos? Porque ellos siempre andan en grupo hablando inglés, y luego se quejan de que no aprendieron español. No, no los estoy juzgando, hice lo mismo en Alemania y es un asunto sociológico, es una mera observación.

e. Aunque parece ser muy viejo para ser estudiante aún. Tal vez es profesor. Profesor en Cornell. No, un profesor sabría cómo usar una rasuradora. Este muchacho parece que nunca se ha hecho la barba.

f. Claro, siempre está la posibilidad de que el hermano sea el que asiste a Cornell y tan solo le trajo la camiseta. "Mi hermano asiste a Cornell, yo voy a la Universidad Comunitaria de Podunk" haría mejor camiseta. Yo me la pondría.

g. Calza con el perfil de pertenecer a Save the Whales, Save the Trees o algo así. Tal vez llegó a Costa Rica para servir como voluntario en algún parque nacional. Eso me hace sentir mal, yo nunca lo he hecho. Pero, ¿si debería estar allá, qué está haciendo aquí?

h. Tal vez vino de voluntario y se quedó porque se enamoró, como pasó con una vecina mía, sólo que ella realmente cruzó el mundo por él. Muy romántico, algún día contaré su historia.

i., y la más probable: Seguramente siento que han sido meses que lo veo,cuando en realidad solo es hace tres que vino a Costa Rica y solo está haciendo un curso de español en el Forrester o algo así. Seamos sinceros, mi percepción del tiempo y el espacio son más Twilight Zone que otra cosa.

No hubo j. porque en eso pasó un muchacho detrás mío y de alguna forma su maletín se prendió a mi camisa, por lo que me llevó arrastrada medio bus hacia la puerta, mientras yo encontraba las palabras para explicar la situación. Piénsenlo, en serio, ¿qué dice uno espontáneamente para explicar tal situación? Tras mucho pensar, dije, cito literalmente "Muchacho, su maletín se agarró de mi camisa". Obra impresionante, proviniendo de mi torpe persona. Karma inmediato por andar infiltrando almas ajenas en un bus.

jueves, noviembre 02, 2006

Las aventuras de Sardina y Pavomóvil


En el episodio pasado la Sardina se enfrentaba ante su cruel archienemigo, Esejotabé, quien al detenerse en la parada establecida dejó a la Sardina en media calle principal para que cruzara dos carriles de autos en movimiento. ¿Logrará salir la Sardina con vida? ¿Se saldrá con la suya Esejotá? Pero, más importante, ¿qué es eso que tiene entre los dientes de la Sardina? ¿Espinaca o lechuga? ¿Una sardina con dientes? Estas y las respuestas a otras incógnitas en el episodio de hoy: Pavomóvil al rescate.

Zum, pasa una moto sin precaución a la par de la Sardina, no sin antes pitar y gritarle "uy mami, cuidado me la levantan." Indignada, la sardina levanta el puño al cielo y dice "Por qué PUTAS no tengo auto?" Llega de alguna manera al otro lado, cuando súbitamente se parquea un auto colorido.

-No temas, estoy acá para ayudarte.
-¿Por qué no viniste antes, cuando me tocaba cruzar la calle?
-Ja, ja, mi querida sardina, no premiamos a los obscenos.

Así comienza la aventura de Sardi y el Pavomóvil. Pavomóvil es capaz de llegar de San Antonio a Cedros en 20 minutos de un solo tirón (salvo la pasada por el hueco cerca de la U del Diseño, eso ni Superman de un solo brinco), y manifiesta su presencia protectora con un reconfortante PIP-PIP-PIP que se escucha a cualquier hora.

Entra la primera llamada de emergencia a nuestro call center de asistencia (800-PAVOHELP): ¡Auxilio, tengo un paquete retenido en aduanas! Pavomóvil hesita, no sabe si él mismo puede con las fuerzas del mal del sistema Tic@ de aduanas, pero no demuestra su temor, como buen héroe... No se preocupe, Sardi y Pavomóvil están en camino. Zaz, dos horas después está el paquete en la puerta. La segunda llamada es de un Humo preocupado porque su gata ha sido poseída por el malévolo Tizne de Barbecue. Hah, otro problema para... Sardi y Pavomóvilmóvilmóvilvilvilvil. En lo que termina la clase de Turco Moderno para Extranjeros están ahí para, entre los tres, realizar un exorcismo con agua jabonosa. ¡No hay fin a las proezas de Pavomóvil! Capaz de llevar hasta cuatro bolsas de compras a la vez, mover cuatro tableros de Damas Chinas en un solo viaje, consumir en promedio un cuarto de tanque de gasolina en una semana (está en la lista de Los Más Buscados de la OPEP)...

El domingo en la mañana, Pavomóvil anuncia súbitamente que la Caza del Bagel Perdido será su última misión con Sardina.
"Hay mucha gente necesitada, creo que ya has aprendido valiosas lecciones. Busca tu pavo interior, vive la filosofía del Pavo en carne (de pavo) propia."

Sardi le sugiere terminar como Thelma y Louise, con un salto hacia el vacío. Pavomóvil le da la tarjeta de un terapeuta y la regresa a la Sardiguarida (no tan sana pero al menos salva). Una sola lágrima baja por la mejilla de Sardina, mientras silenciosamente mira al Pavomovil dirigirse hacia el ocaso (música de fondo: el tema de Marlboro).

Adiós Pavomóvil, que nuestros caminos de crucen de nuevo.