Suenos bizarros
Anoche soñé que llegaba a un campamento de niños y los tenían lavando paredes (que en realidad eran parades de piedra, se imaginan lo difícil que era quitar pintura) porque habían aparecido todas rayadas en rojo. Un niñito negro (y no lo pongo por discriminación, sino porque era significante en el sueño) me decía muy tranquilo que no habían sido ellos, que habían sido unos tipos chiquitillos con cabello blanco. Vea, como este, me decía, y me enseñaba un chicle con una estampa de un gnomo. "¿Era un gnomo? --¡Sí, eso era!"
Nos fuimos entonces a buscarlos (mi intención era que se responsabilizaran por lo que hicieron, pero en la vida real yo no soy el tipo de persona que hace eso) cuando, en lo que vamos caminando entre una multitud en plena ciudad, me dice el chico que mire hacia atrás, que ahí están. Efectivamente, eran dos tipos muy delgaditos, bajitos, con cabello, cejas, pestañas, todo de un rubio casi blanco y las facciones muy puntiagudas. Eran más elfos que otra cosa. Andaban vestidos de colores muy vívidos y si bien por la descripción no suena que fueran algo fuera de lo normal, en el sueño no me quedaba duda de que no eran de nuestro mundo. A mí no me quedaba duda de que eran gnomos.
Me levanté de un solo golpe. En realidad este sueño es tranquilo comparado con algunas cosas que sueño (algún día los puedo deleitar con el sueño recurrente del barco fantasma o la vez que CSI me investigaba a mí por asesinato). ¿Por qué este sueño era angustiante? ¿Será que cubrí una imagen siniestra con la de los inofensivos gnomos?
Tengo que dejar de comer papas fritas con ketchup antes de acostarme.