miércoles, marzo 28, 2007

Bruno's, o donde no comer nunca


Lugar: Cualquier mall o centro comercial, donde obviamente no cunda el buen gusto (ni para qué se mete esta sardina a buscarlo, digo yo?).

La Sardine Albine, crítica de bar y restaurant número 3. El caso particular de esta narración es el Bruno's de Multiplaza del Este.

Como esta Sardina no come carne, prácticamente lo único que podía comer era un sandwich de queso, que, por 1,275 Colones trae exactamente esto: Queso amarillo en un tercio de pan baguette (no español, como ellos pusieron) con salsa especial Bruno's (que es, para los poco entendidos, salsa Lizano). No trae papas fritas, no trae tomate, ni lechuga, ni nada que pudiera rellenarlo de cualquier manera. Agréguele un fresco cualquiera y son 2,000.

Es verdad que soy internacionalmente conocida por mi codez, la cual he podido probar a saciedad es hereditaria del lado de mi mamá, así como todas las otras enfermedades furris. Sin embargo, ¿cuánto cuesta una rodaja de tomate y una hoja de lechuga para un restaurant? Podemos olvidar las papas, pero ¿los colorcitos en un sánguche? Inmediatamente hago memoria del falafel de hace un mes, a la módica suma de 800 pesos y que estaba hecho con tanto amor. Suspiro, oh, falafel.

Como además de agarrada me hicieron quejumbrosa (soy un partidazo), cuando fui a pagar le dije al gerente que me disculpara, pero no me había gustado ese sánguche. Le señalé, como defiendo a la fecha, que si yo me hiciera un sánguche en la casa, de fijo le pondría algo más. Si yo no acostumbrara comer tomate y lechuga en mi sánguche, lo más probable es que le indicara que no le pusiera, pero cualquier tico espera que su sánguche tenga colorcito. De hecho, ese sánguche me recuerda a los que le daba cuando chiquilla a la gente que me tocaba la puerta en la casa de mis papás y pedían plata porque tenían hambre. Muy avergonzada les decía que lo más que podía darles era un sánguche de solo mantequilla y queso porque no había vegetales, era viernes. Las compras las hacen el sábado. Para mí, eso es un sánguche que no se le da a alguien sin antes darle una disculpa. Es un sánguche de pobre.

El gerente primero alegó que todo el mundo estaba contento con el sánguche así como estaba. Por qué, porque nadie ha reclamado, le dije. Sí, claro que no reclamaron, simplemente no volvieron, pero ¿qué tico reclama? De prueba estaban mis dos acompañantes, muy avergonzadas por mi osadía. En mi defensa solo puedo decir que, en mi trabajo, yo soy la delegada oficial de las quejas. Quejarme se ha vuelto muy fácil. Nota a mí misma, no se queje tanto.

Al final simplemente me tomó el pago y se desentendió de mí. Como acordamos mis amigas y yo más adelante, al menos esperaba la mentira de "sí, tiene razón, le voy a decir al gerente". Pero no, simplemente me dio a entender "talk to the hand".

Claro, no se debería comer en Bruno's. Eso ya lo sabía. Hice la excepción porque alguien quería helados y hay que admitir que sus helados son buenos. Sin emabrgo, juro nunca volver a Bruno's. Nunca.

lunes, marzo 19, 2007

Boletín de salud felina No. 2: (Re)conozca la Peritonitis Infecciosa Felina


Este post es en honor a Marvin, un gatito amigo, también conocido entre la calaña como el gato más lindo del mundo. No los quiero alarmar, ni quiero que se sientan mal por Marvin. Nadamás quiero que sepan qué es. He tenido al menos 20 gatos en mi vida y no sabía de esta enfermedad, tal vez porque se diagnostica equivocadamente y porque algunos veterinarios se interesan más por perros o especies más grandes.

La peritonitis infecciosa felina, o FIP, es a lo que llaman el asesino silencioso. Los sintomas generales, los cuales podrian confundir hasta el veterinario mas experto, son fiebre, inapetencia, depresión y pérdida de peso. Alguno de ustedes ha tenido una mascota o conocen a alguien que perdió a una por causa de estos síntomas.

Uno de cada cinco mil gatos lo tiene, pero la incidencia sube a un 5% si viven en comunidades de gatos. Se manifiesta entre los 3 a 24 meses. Pasados los 36 meses es poco probable que le cause la muerte. Es mucho más común en animales que no poseen una raza definida , por provenir de criaderos. Se transmite por la vía fecal, por las secreciones oronasales. La primera es la más común. No se transmite a humanos. Dependiendo de la inmunidad del gato, una vez que se enferma puede reaccionar de tres formas:

a. se cura completamente y se convierte en portador asintomático, lo que puede diseminar la enfermedad sin darse cuenta. La enfermedad puede reaparecer cuando tenga las defensas bajas.

b. desarrolla la forma no efusiva (o seca) del FIP: Es más lento y se producen inflamaciones en diferentes órganos. Es más difícil de diagnosticar.
• Piogranulomas (según entendí, abultamientos) en los riñones, nódulos linfáticos, hígado o bazo.
• Sistema nervioso central, principalmente una parálisis del tercio posterior, demencia, tics nerviosos, cambios de personalidad, convulsiones.
• Lesiones oculares, en menor grado.

c. desarrolla la forma efusiva del FIP. Acumulación de exudado (o sea como pus pero que no proviene de una herida) en la pleural y/o cavidad peritoneal, lo que produce distensión abdominal (o sea, se le hincha la barriga) en 75% de los casos, o dificultades respiratorias, en el 25% restante.
• Pleuritis (inflamación de la membrana de los pulmones), pericarditis (inflamación de la membrana que recubre el corazón), inflitrados peribronquiales (acumulación de líquido en los bronquios). Me disculpan si alguna explicación está mala, fui pésima estudiante en Biología.

No hay prueba de laboratorio conocida para diagnosticar esta enfermedad con acierto. Se puede practicar una prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFI) pero ésta no distingue entre la FIPV y un virus mutante de ésta misma llamado FECV, o coronavirus, que no produce la muerte, sino únicamente una leve gastroenteritis. El ELISA y el KELA (que no sé exactamente qué es) también pueden ayudar a determinar si lo padece.

Se recomienda practicar estos exámenes antes de poner a gatos nuevos en contacto con otros gatos. Una vez practicadas las pruebas, si dan negativo, de todas formas debe mantenerse el animal aislado y repetir la prueba un mes después.

Además, si se le extrae líquido de las cavidades peritoneales o pleurales, tiene una cosnsistencia viscosa y color amarillento, con una cantidad variable de leucocitos intactos, a diferencia de las peritonitis bacterianas. Acá me quedo corta con mis lecciones de biología. Buena suerte. En todo caso me suena a que sería algo que tiene una vez que ya se presentaron los síntomas pero yo qué sé, no soy veterinaria.

Un análisis de sangre puede mostrar anemia y alteraciones en la bioquimica sérica.

Una vez que el cuadro clínico surge, la muerte es inminente. El 95% de los gatos que muestran síntomas mueren.

Puesto que es una enfermedad de criaderos, principalmente, debe mantenerse un estricto control sanitario. Es importante la limpieza, la alimentacion y desinfección adecuada así como la cuarentena de gatos nuevos.

Al parecer hay una vacuna (Primucell FIP de Pfizer) que es efectiva en gatos que aún no tienen FIP pero que no protege a los gatos que ya lo tienen (ya es algo). Mi veterinaria confirma que no está disponible en Costa Rica.

Marvin era un gatito de albergue y tenía casi 6 meses cuando presentó los síntomas. No hay que sentirse mal por él. Los días que vivió fue un gato amado y cuidado. Por dicha fue a dar a una casa donde todos son adultos y pueden lidiar con la muerte temprana de un animal. Sin embargo, no dejo de pensar en los niñitos que se llevaron un hermano o co-alberguista de Marvin, solo para tener que verlo morir tan jovencito, cuando todo era evitable. No sé qué entidad será el objeto de queja en este caso (¿Ministerio de Salud?), pero si uno compra un gato (yo soy enemiga de comprar gatos y prefiero adoptar callejeros) o si adopta un gato de un albergue, debería poder exigir como mínimo que tenga esa vacuna. Espceialmente si hay otros gatos en la casa que puedan contagiarse. Me parece el mínimo de nuestros derechos a tener un animal sano.

lunes, marzo 12, 2007

Marrakech: falafel como en Líbano


La Sardine Albine, crítica de bares y restaurantes Nº 2. El restaurant de hoy: Marrakech. Sobre la Calle de la Amargura, 100 M Norte de la Fuji o diagonal a la Antigua Mazorca (q.d.D.g.), o casi diagonal a Terra U.

Amigos, soy enemiga de ir a la Calle de la Amargura porque cuando voy parezco más la mamá estresada de un muchacho que se me zafó en la noche que otra cosa. Sin embargo, el Sardinito me dijo que había visto un rótulo que decía "aquí su falafel como en el Líbano" y así fue como fuimos a dar ahí el sábado en la noche.

Solo he comido falafel en dos lugares, así que no soy una crítica gourmet, pero, entre toda la pizza, tacos y hamburguesas, saber que venden falafel en la CdelaA me parece muy refrescante. Me preguntaba si este pobre hombre se la jugará económicamente vendiendo falafel.

Para comenzar, no debo preocuparme por las arcas del dueño. Vende pizza además de falafel y en el fondo tiene un lindo pool de unas 10 mesas aproximadamente. De hecho, los secuaces ya habíamos estado ahí en algún momento pero no sabíamos del falafel. O tal vez tenían otro dueño.

Cuando nos acercamos y le dijimos al señor que queríamos falafel, les juro que el señor de la emoción casi llora. Seguro nadie le pide falafel y está harto de vender pizza. Él personalmente los hace y, según nos dijo, todas las especies son traídas de Líbano.

El falafel de ellos no es en pita, sino en tortillas de trigo. Trae una cantidad impresionante de ajo, tahini y perejil que, según los iluminados en materias de falafel, es del tipo que solo hay en aquellas latitudes. Por supuesto que eso llevó a una larga discusión sobre cómo llegaría esa hierba a Costa Rica y lo moral/inmoral de traer plantas a un país en la bolsa del saco. Las bolitas son chatas y no redondas, lo que me parece que tiene todo el sentido del mundo porque es más fácil acomodarlas. Igual para ser sincera se hizo un reguero, entre salsas, tomate, pepino, tortilla desintegrándose y creo que comí un poco del papel encerado que la envuelve, pero mi dictamen final es 2 ALETAS! Buenísimo.

Apenas engullimos el último mordisco del primer falafel vino el dueño a preguntar, con una mirada solemne, cómo nos había parecido. Los dos dijimos "2 aletas" y el señor se mostró muy contento. Pedimos otro. Bueno, Sardino pidió otro y yo, como siempre, me comi la mitad del de él. Cuando vino Sardinito y pidió un falafel, el dueño nos mandó dos tortitas con tahini. Lindo detalle. Un jueguito de pool entre los machos (yo prefiero guardarme el derecho de poder volver por más falafel y no convertirme en persona non grata por haberle roto la tela de la mesa, los palos o la ventana con la bola blanca--todo es posible con mi grado de torpeza) y calabaza calabaza.

Así que ya saben, Marrakech (ni idea de la conexión entre Marrakech y Líbano, debería preguntarle al dueño la próxima vez que vaya, aunque me imagino que lo adquirió con ese nombre y no se lo cambió). Costo de cada falafel: 800 Colones, lo que me parece baratísimo por todo el brete. De hecho, no sé si será precio de introducción o qué, pero es demasiado barato. Único punto en su contra: no venden cerveza. Por otro lado, hace el ambiente suficientemente tranquilo como para las mamás estresadas que buscamos al hijo zafado.

jueves, marzo 01, 2007

The Swanmobile


Esa sí es una foto de Sardimóvil. Este fin de semana le ponemos techo duro, porque descubrimos que en los carros viejos el radio tiene la función de cubrir los múltiples sonidos extraños, como ping-shhh-ping, wichiwichi y claclac, que insiste el mecánico es normal en un auto viejo. Mis amigos dicen que pertenece a un capítulo de "Pimp My Ride", pero como no sufrió alteraciones mecánicas, sino únicamente estéticas, prefiero pensar que es Extreme Makeover: Car Edition, o The Swan. Iría algo así:

Bienvenidos a otro capítulo de Extreme Makeover. Nuestro candidato en esta oportunidad es Sardimóvil. proveniente de una familia en Cartago con muchos niños y objeto de un hurto que lo hizo perder la radio, Sardimóvil sufre de problemas de autoestima y confianza en sí mismo. Su pintura dañada, llantas lisas y daños en la tapicería lo hicieron objeto de múltiples ofensas verbales, de las cuales aún quedan secuelas.

Durante la semana uno se realiza una evaluación psicológica y física donde el Dr. Mecánico, para que evalúen su estado y comprueben que efectivamente es apta para el proceso que viene. Sale airosa de la prueba, con solo unos cuantos medicamentos, como cambio de aceite, cambio de faja y bombillos quemados.

En la semana dos, Sardimóvil es llevado a un lujoso spa en Cartago, donde inicia su transformación. Se reúne con el Dr. Shine para que lo diagnostiquen.

-Dr. Shine: "Sardimóvil, usted comprende que mi trabajo tiene sus limitantes. Podemos reparar esos dos cánceres que tiene, rectificar esos camanances que se le ven a las puertas, y podemos retirar la pintura quemada y ponerle nueva, pero desgraciadamente su bumper seguirá teniendo un hueco, su parabrisas un rayón, su placa severamente rayada y la capota seguirá teniendo una calcomanía de la ULatina. Le digo esto para que tenga expectativas realistas sobre lo que podemos hacer."

-Entre sollozos de felicidad, dice Sardimóvil: "Dr., usted no sabe lo que yo he sufrido por ser feo. Los otros autos en centros comerciales y parqueos se burlaban de mí. Cualquier cambio para mí es bueno. Sniff, sniff (se lanza a abrazar al horrorizado Dr. Shine). ¡Gracias, bbbbuuuubuuuu, gracias!

El próximo paso es una visita donde el Dr. Cover, quien decide que sus asientos, antes que tapizarlos, sería mucho más fácil y económico ponerles un forro. Cuando Sardimóvil se ve por primera vez en el espejo (retrovisor), comienza a llorar a cántaros. "¡Nunca me atreví a sonreír antes! Me va a costar mucho acostumbrarme."

A un mes de su partida del hogar sardinil, recibe mensajes de ánimo de su dueña, Sardina, a través de su primo. Le recuerda que lo ama, pero que a la vez no puede esperar ver cómo quedó. Al recibir estos mensajes, entre sollozos, comenta Sardimóvil que "en este momento no recuerdo por qué lo hice. Me siento solo y me duele tanto todo lo que me han hecho, que pregunto si valió la pena."

Finalmente, luego de tres semanas, Sardimóvil será regresado a su dueña en la oficina. Conducido por el primo Calamar, el clan Sardina espera ansiosamente con regalos como un desodorante ambiental y una caja de Kleenex para su guantera. Cuando Sardina escucha el bip-bip del pito, sale corriendo a recibirlo. Caray, realmente quedó bien. Yo lo hubiera querido de cualquier forma, pero debo admitir que se ve muy bien. ¡Estoy tan sorprendida!


En todo caso, Sardimóvil es una maravilla. Suavecito para manejar, super económico, ¡en este momento no lo cambiaría por nada! Solo falta la etapa de personalización, que será meterle todo lo de Hello Kitty y color rosado que aguante por dentro (estoy jodiendo, bueno, sobre lo rosado :P).