Acta de Asamblea Ordinaria del 13 de febrero del año en curso

Dedicada a Ideario de Sancho, alias Sybil-o, el hombre de la personalidad múltiple.

-Chuta, gato pelirrojo anónimo, ¿cómo se llama usted? Primero que nada, les agradezco que hayan venido. Los reúno para tratar un tema que nos atañe a todos. Si bien no somos compas, pues la verdad es que nunca hemos sido agresivos unos con otros en este condominio. Sin embargo, recientemente han escalado los actos vandálicos y violentos de la gata negra del barrio de atrás. Todos nos vemos afectados y creo que es hora que hagamos algo.

-Zilla, mae, ¡tuanis que seás vos la que nos reunás! Diay, algunos acá en el barrio dicen que sos vos la que sale más fea de esta vara con la negra, como sos tan blanquita y salís tan poco, pero la verdad es que todos hemos sido correteados por esa condenada. Es que es tan negra la muy hijueputa no se ve de noche.

-Así es, gato pelirrojo anónimo algo pachuco. Como dice, el color negro de su pelaje la hace totalmente inconspicua.

(Zuzurra pelirrojo anónimo a Chuta) Ves, te dije, como si cagara para arriba.

-Como decía, no sé si es de conocimiento público, pero dos veces me he visto en la obligación de ir al veterinario a que me remienden, con la agravante de que mis ataques de estrés hacen que se me suba la temperatura repentinamente, lo cual obliga a mi médico a sumergirme en baños de agua helada. Amigos, no le deseo eso ni a mi peor enemigo. Recientemente inicié clases de Krav Magá gatuno y he logrado defenderme, pero no logro dominar a esa indigna malhechora. La semana pasada me correteó y logró sacarme de un mordisco un puñado, o más bien diría, un bocado, del pelaje de mi cola. No quisiera ser dramática, pero aún tengo pesadillas de los gritos de mi cohabitante cuando abrió la puerta y se encontró con aquella gata negra azabache con pelos blancos armiño que le colgaban de ambos extremos de su boca. Para terminar de rematar, se orinó en el pasillo. La negra, no la cohabitante.

-Bueno, bueno, mucho tilín tilín y nada de paletas. A lo que vinimos. Yo tengo un primo en Cartago que conoce unos gatos. Por 3 latas de atún no la volvemos a ver más.

-No, Chuta, no apelemos a la violencia. O al menos dejémoslo como última opción. Primero que nada, determinemos el patrón de sus ataques.

-Su modus operandi, como dice mi primo en la OIJ.

-Siás payaso pelirrojo, ¡primo en la OIJ! Si lo que tenés es un primo que come sobros de los empleados del OIJ ahí en San Joaquín de Flores.

-Así es, pelirrojo. La he observado con cuidado y anotado su comportamiento. Primero que nada, solo ocurren de noche. Además, solo ocurren entre 7 y 8:30 p.m., cuando aún hay gente afuera. También he notado que cuando me alejo un poco de la casa, la negra suele coquetear con mi cohabitante, lo que me hace pensar que quiere deshacerse de nosotros para conseguir una habitación. Sin duda los rumores de las cenas de Iams y agua Cristal que me sirven le habrán llegado. Creo que necesitamos organizarnos. Necesitamos un vigía. ¿Qué tal si nos turnamos y desde el árbol de guayaba, que tiene una visión panorámica del condominio, hacemos rondas en la noche. Puesto que mi cohabitante es algo estricta con los horarios de salida, propongo que a mí me toque el segundo turno, de 7:30 a 8:00 p.m. Así puedo salir a disfrutar un poco de mi libertad mientras alguno cubre la primera guardia de 7:00 a 7:30 p.m., luego asumo mi turno y alguno de ustedes hace el último. ¿Qué les parece?

-Suena justo. Si la vemos, ¿qué hacemos? No podemos silbaar o aplaudir.

-Para eso he diseñado esta linda correa rosada con zirconias y un cascabel. Digo, no porque somos asechados por un vil gato vamos a dejar de imponer la moda, ¿verdad? La vamos a dejar colgada en una ramita y quien asuma la guardia se pone la correa. Si viene la gata, suena el cascabel y salimos cada uno a su casa.

-Mae yo no me voy a poner nada rosado. Si me ven los compas de la Ultra me linchan.

-Bueno, bueno, puedo diseñar un estilo más neutro. Sin embargo, pelirrojo, le recuerdo que usted está castrado. Técnicamente no es un gato macho.

-Zilla ¿qué hacemos si la negra descubre la correa y se deshace de ella?

-Buen punto, Chuta. ¿Qué tal si la colocamos bajo una piedra debajo de las escaleras? No, se me olvida, no somos humanos, no tenemos pulgares y no podemos levantar cosas. Entonces en la macetera de Doña Rocío, ¿qué les parece?

-Me parece buen plan. Vos, ¿Chuta?

-Yo me apunto.

-Muy bien, si me firman acá las minutas del acta, podemos levantar la sesión.

-¿Podemos poner un último tema en la lista?

-A ver, ¿que propone Chuta?

-¿Podemos pedirle a Zilla que se deje de mierdas? Somos gatos, no podemos firmar o escribir.