Tennis, anyone?

Les había comentado que al jugar tennis en el Nintendo Wii de un amigo había quedado con las ganas de jugar tennis "live". Como a principios de año uno parece apuntarse más fácilmente a actividades nuevas, la semana pasada fuimos Sardino y yo a jugar. Sardino es altamente competitivo y yo era buena en tennis cuando dejé de jugar (hace 20 años), así que hubo miradas sucias, bolas mal intencionadas y risas burlonas. Hace años que no me divertía tanto. Usamos raquetas prestadas, bolas prestadas... bueno, al menos la ropa era nuestra.

Definitivamente el tennis es un deporte algo elitista. No tanto como el golf (que también me muero por practicar pero que no ocurrirá a menos que cambie al Sardino por un buen salmón de 80 años, unas nalgas de pura billetera y un marcapasos), pero hay que ver la gente que llega con aquellos glamoures y no dan pie en bola, o más bien, bola en raqueta. El hábito no hace al monje. Yo iba con mi ropa de gimnasio, donde apenas cabían las bolas entre el calzón y el short, y él iba con su ropa de Futbol 5. Ah, sí, cuál Beckham y Posh. Nuestro servicio tenía atemorizados a los de la cancha de la par, no tanto por fuerte, sino por impreciso. Más exactamente, uno en la cara de un chiquillo, otro pegó con un poste y salió fuera del campo y el tercer intento fue un raquetazo a medio aire, con la bola cayéndome en la cabeza. Luego decidimos bolear y dejar el servicio para cuando se hubieran ido las demás víctimas... eh, jugadores.

Luego pensé que el prototipo de pareja tenista son esa gente que se ríe profunda y falsamente, que se reúne a jugar solo con otras parejas y hablan de sus inversiones, de donde van a pasar la vacación, de cómo Biff y Marge están divorciándose, quién le está dando vuelta quién o alguna pavada así. Ellos tienen unos chuzos de raquetas, probablemente del tipo que usa Federer o Sharapova para el Australian Open 2007. Ella sin duda alguna luce una coqueta enagua de tennis que costó más que mi presupuesto mensual para comida. Por supuesto que ellos toman bebidas con sombrillas al final del partido y cuando están un poco ebrios se atacan con indirectas. Debo admitir que son muy divertidas de observar.

Nosotros somos "conservadores con el dinero", así que la búsqueda es por equipo usado (si Sharapova o Federer lo usaron para el Australian Open 2004, mejor). Nuestras inversiones se resumen en cuentas de ahorros donde nos pagan el salario. Por supuesto que no luzco una coqueta enagua de tennis, sino un short que usualmente dice alguna polada como "Star", "Honey" o "Hottie" en el trasero (estaban a 1000 Colones en el Pague Menos, así que tengo como 5). Nos atacamos con directas ebrios o sobrios y nosotros a la salida del juego tomaríamos cerveza o nos hartaríamos de Fiesta Fries Supreme con frijoles en vez de carne. O Meneitos. Y una persona llena de cerveza y Meneitos es mucho más amena, si me preguntan a mí.