lunes, enero 22, 2007

MI sábado apestoso

El sábado no fue mi día. Debí haberme devuelto a la casa y meterme en la cama... pero no tenía cama donde meterme. Voy al principio.

Yo me considero una persona alegre (quién sabe si lo soy, quiero pensar que soy así) pero me levanté exactamente como si me hubiera majado una te...nis en la puerta. Era mi primer día de Turco Moderno para Extranjeros III así que tenía que poner la alarma, lo que me irrita ya de buenas a primeras. Me levanto solita a las 6 a.m. todos los días, pero antes de eso solo con alarma puesta en una emisora de rancheras o reggaetón. Y así fue, reggaetón a las 5.30 a.m. Pero, caray, ¿es eso que escucho grillos? Mi reloj se adelantó veinte minutos, son las 5.10 a.m. Bueno, no importa, así salimos tranquilos de la casa.

Preparo equipo de arquería, cuadernos de turco, bloqueador, bufanda (porque a esas horas del día y zonas geográficas uno nunca sabe cómo está el clima del Valle), anteojos, plata, etc. y salimos.

El bus acaba de pasar. Lo sé porque no está la argolla de sábados en la mañana. Diez minutos después pasa otro sin espacio y me veo en la incómoda situación de zamparle el estabilizador en la cara a un pobre e insospechado usuario del bus. Estoyesperando que me diga algo para responderle "ay, qué pena, lo estoy agrediendo en la cara mientras usted va sentado cómodamente y yo voy de pie con los miles de maritates que tengo que llevar?" Por supuesto que no me da la satisfacción. Solo me echa una que otra mirada sucia de vez en cuando.. Cobarde. COBARDEEEEE.

Me bajo en San José, camino al otro bus y me pregunto por qué, por qué quiero aprender turco. No me interesa. Debo salirme ya mismo. Ya. Con decir "el gato está sobre el escritorio" debe ser suficiente para comunicar mis más extremas necesidades en caso de encontrarme en tierras turcas. Llego a tomar el bus pero no veo ninguno de mi ruta. Vale indicar que hay como ocho que van en esa dirección, pero no hay uno de los dos que me sirven. Espero, veo uno aproximarse... y tomar el carril izquierdo, da la vuelta a la izquierda y desaparece. ¿Diay? Le pregunto al cheque, quien me dice que la parada es a la vuelta. Solo que a la vuelta no hay una parada formal, sino un montón de gente parada a lo largo de la acera. Otros quince minutos de subir y bajar en la misma calle (porque Dios libre preguntar, eso jamás) y en eso veo el dichoso bus. Como no hace intentos por detenerse, me veo en la obligación de lanzarme frente a él. Me subo y el chofer me regaña por no tomar el bus en la parada, ubicada a la vuelta de la cuadra. ¿Me están chingando?

Una vez más le embuto el estabilizador a otro personaje, ya con mucha menos culpa y más intención, hasta que se baja el grueso de la gente. Tomo asiento (¿les mencioné que mi parada es la penúltima? Sí, es la penúltima), me siento mal por no haber desempolvado los apuntes de turco en el mes que tuve de vacaciones, voy practicando la disculpa a la profesora por llegar tarde, y cuando veo mi parada, como solicita el rotulito, 75 m antes de la parada le toco el timbre al chofer. Me bajo, cruzo la calle, entro a la escuela y... cri cri, solo hay un señor chapenado el zacate, que me dice que las clases comienzan la próxima semana. Comienzo a caminar enfurecida hacia el campo de tiro. Trato de alegrarme la tanda: Ves, ahora tenés chance de repasar. Y podés entrenar toda la mañana de hoy.

Llego al campo de tiro y encuentro todas las pacas a 90 m (distancia a la cual no tiramos las mujeres). No puedo moverlas yo misma, así que tengo que esperar que venga otro ser humano para moverlas. Por dicha traía el clásico de la literatura "The Boy Next Door". Una hora después llegan dos personas y comenzamos a acomodar las pacas. Por supuesto, apenas está el trabajo hecho pululan los tiradores ansiosos. Por lo menos la tirada no fue inmunda.

Salí de ahí a las 11 a.m. para estar a tiempo en casa. Luego de un año de golpearme las piernas en los postes descomunalmente gruesos y protuberantes de mi linda cama rústica que, desgraciadamente, es demasiado grande para mi cuarto 2 X 2, finalmente decidí comprarme otra. (Comercial: Vendo cama matrimonial rústica, en madera sólida, hermosa, buena, discreta. 80,000 Colones, se escuchan ofertas)--Ahora que reflexiono un poco, pienso que tal vez el mal humor viene de haber tenido que cambiar cama. Realmente me molesta el cuarto diminuto y esto es solo otro resultado de un proceso de aceptación que comenzó con tener que regalar la mitad de la ropa que tenía para zampar la otra mitad en un closet tamaño Barbie-- Habían quedado en entregármela a las 2:00 p.m. y quería almorzar decentemente antes de que llegaran.  Corte a Sardina esperando a las 3:30 p.m. Había quedado en ver a una amiga a las 3:00, lo cual parecía que no iba a ocurrir. Cama finalmente llegó a las 4:00, la armaron y se veía hermosa así que me vestí para salir. Pero, ¿dónde estaba la gata? Sí, la gata se había zafado por la puerta y no aparecía. Conseguí el apoyo del Red Rescue Team, alias "vecinitos del barrio", quienes se abogaron a tan noble tarea. Unos subían palos, otros se metían en el zaguán... cubrieron el condominio completo, pero ella no se aparecía. Temía que la muy babosa por metiches se hubiera metido en el camión transporsita y consideré por un momento llamarlos y preguntarles si por casualidad en la otra entrega no había salido una gata del carro, pero me ganó la vergüenza y no lo hice. Llamé a mi amiga y muy avergonzada le dije que si podía subir a cenar, porque la vara pintaba mal para planes. Finalmente un vecinito me la señaló, bien metida en un zacatal, así que yo le autoricée que la scara a palos. La gata entró a la casa con esa mirada característica gatuna de "quién, ¿yo?"

Mi amiga llegó puntualmente a las 7:00, armada de vodka, jugo de naranja y hielo (todo lo que le puedo pedir a un invitado). Como Tía Florita, me pongo a rajar de lo que voy a hacer, cuando ZAZ me quedo sin gas. No puedo quejarme del gas. Mi gas fue milagroso. Instalado el 14 de noviembre (porque Sardina lleva notas neuróticas de esas cosas), no fue sino hasta catorce meses después que me falló. Prueba contundente de que o cocino poco o soy dueña de una cocina iluminada por la mismísima Virgen. (Comercial: Venga vea la imagen de la Virgen en mi cilindro de gas. Venta de rosarios y postalitas a la entrada. Admisión: 1,000 Colones) Se ofrece Sardino voluntario a traer el gas y yo, mientras tanto, me dediqué a tomar vodka, lo cual tal vez no fue tan buena idea porque suele ocurrirme que la comida no me sabe a nada cuando bebo ehhh, con esmero. A final de cuentas el arroz quedó guacho, la comida demasiado salada y yo ebria.

Ese fue mi sábado. Y sí, tal vez haya miles de personas con peores sábados pero ¿eso a mí qué me importa? Sin duda, si hubiera amanecido de buen humor, como es usual, nada de esto me hubiera importado, pero andaba furibunda. Hay teorías en el bajo mundo de que era hormonal, pero pareciera ser más circunstancial. En todo caso, les cuento para que se rían (que alguien le saque provecho a las desgracias de uno). Solo puedo contar entre lo bueno que vi el repris de "America's Next Top Model". ¿Cuando carajos van a echar a Jade? Odiamos a Jade.

11 comments:

At 5:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

Eso le pasa por pensar que su gato es un perro. Por alguna razón los gatos aman los charrales y es su derecho revolcarse y pasar tiempo en ellos.

A Jade oritica la echan. A la peleona sólo la usan para ganar audiencia y un par de capítulos antes de la final, siempre le patean el culo.

Lachi

 
At 10:25 p. m., Blogger Caro said...

Uy! a mí me paso algo parecido, pero el viernes. De hecho en mi blog quedó mi lección de "Aprendiendo a reirme de mi misma" para no morirme de la colera con el higado hinchado o no ponerme a llorar.
pero bueno, vale que esos días son solo un día, no dos ni más. Solo queda pedir que no venga muchos muy seguidos.

:S

 
At 6:47 a. m., Blogger Jules said...

Campaña contra Jade. Como dijo Lachi, es cuestión de rating. A nadie le gustaría ver una casa de top models donde todas son mejores amigas, toman té a las 5, se trenzan el pelo entre ellas, juegan dominós y rezan en las noches.

 
At 8:14 a. m., Blogger Sardina albina said...

Lachi, no me diga que otra vez no se puede comentar. Maldito beta. Mi gata es perro 80% de sus días. ¿Pero por qué tenía que ser gato ESE día?

Caro, no somos solo nosotras, hay un montón de gente que tuvo días de mier la semana pasada. Creo que el clima no ayuda. Ya voy a leer tu blog y mostrar mi solidaridad.

Medea y Lachi, tienen razón, lo sé, pero no puedo evitarlo. No me molesta lo víbora, lo pedante o lo egocéntrica que es Jade, eso es perdonable, es su personalidad. Pero de dónde se saca esas palabras y de dónde sacó que los elefantes son familia de los dinosaurios? Me da ganas de arrancarle un brazo y pegarle con él. Como decía mi abuela, mejor tonto callado que tonto hablando.

También es entretenido esos ojos de vaca tuerta que le hacen las modelos a Tyra. Ooooh Tyra. Tyra dijo, Tyra hizo.

 
At 6:14 p. m., Blogger Jaqui said...

Jade es una perra. Y es fea. Bueno no mucho, pero es una perra, imbécil.

Y vos, Sardinita, ese dái tuyo, que te hizó trizas, te dejo ebria, y con un colerón del carajo, me hizó una gracia tremenda!!!! Ya vendrán mejores ;D

 
At 1:03 p. m., Blogger Sardina albina said...

Saludos, Jaqui :) sí, sí! Es una indeseable la Jade. Confirmado. Ella se me parece a mi imagen mental de los duendes. Engañosos de apariencia, a veces super lindos y coquetos y a veces malosos, a veces jóvenes, a veces viejillos. buaca, fuchi, fuchi.

 
At 8:52 a. m., Blogger Homo surfus said...

Moraleja: Que no falte el vodka en casa después de un mal día!!

 
At 8:38 a. m., Blogger Humo en tus ojos said...

En lugar de ir a turco moderno iii le sugiero abandonarlo ipsofactamente y dedicar un vasito de la mañana al vodka con jugo de naranja

 
At 8:39 a. m., Blogger Humo en tus ojos said...

aclaro, de la mañana del sàbado

 
At 4:01 p. m., Blogger Sardina albina said...

NUNCA ha faltado vodka en mi casa. Sí jugo de naranja, pero entonces se hace vodka con toronja rosada de Clight, vodka con... di, vodka.

 
At 12:30 a. m., Blogger Matriuzka said...

Ja ja ja

Ja ja ja ja

Ja ja ja ja ja

Ja ja ja ja ja ja

Mae, eso de encontrarse a alguien que le fue de igual a peor que a uno, no deja de sacarme una sonrisa.

Mal de muchos....

 

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