lunes, febrero 13, 2006

Dulce Nombre Directo, o lo totalmente banal

Venía con intenciones de escribir sobre el torneo de arquería ayer (finalmente acabé una racha de mala suerte de 5 meses), pero hoy ocurrió otro incidente en mi ya conocido sistema de transporte público.

Preámbulo: Vivo en San Antonio de Coronado (a mí no me da pena decirlo, vivo en Distrito 4, Patalillo--pero los pipis le dicen San Antonio--, población a julio del 2000: 14 919, 1,89 km2 de área, densidad poblacional: 7 893,60). Mi distrito no tiene nada de espectacular, a diferencia de Las Nubes o Cascajal. Con solo ver esos datos, es obvio que es un pueblo dormitorio. Además, los que conocen Coro saben que eso es más cerca de Moravia que Coronado, razón por la cual cuando los buses se dignan a parar en el popular abastecedor La Campana, ya va el bus lleno.

Hoy me levanté a las 6 a.m. para ir a yoga, pero decidí que sería mejor aprovechar mi tiempo llegando a la oficina temprano. No porque sea workaholic, sino porque salgo de viaje y quiero dejar todo listo. Así que a las 7.15 a.m. me dirigía ya a tan célebre abastecedor a tomar el bus. Pasa el acostumbrado bus lleno que no se detiene y luego, ¡chanfle! Un bus con espacio para sentarse. Acá a alguien más acucioso se le prenden todas las alarmas de emergencia, pero a mí, pasmadita, no. (En mi defensa debo indicar que tengo una severa alergia que me tiene ciega del lagrimeo). Fue así como yo, muy proper, me senté en un asiento preferencial (nadie lo necesitaba y yo sí lo cedo), saqué mi tejido y esperé que no pensaran que estaba tejiendo la cobijita del bebé.

Ya entrado el trayecto me percato de que el bus no dobla en la bomba, como acostumbra, sino que sigue hacia la Lincoln. Ahí a Pasmada finalmente le cae la peseta. ¿Cuál bus es este? Dulce Nombre Directo. A la..., diay, me bajo aquí y tomo otro bus. Noooo, para qué, dice la voz interior del relax tan poco escuchada. Andate a San José, ¿no dijiste que este año ibas a oírme más? Es un asunto kármico, algo que tiene que ver con el destino. Llegás un toque tarde, pero quién sabe que te espera. Para futuras referencias, creo que esta voz es la que los católicos llaman el diablo, ese que se sienta en el hombro izquierdo. Pero bueno, a la larga no era el diablo porque el mismísimo Jesús nos dijo en Puerto Viejo que there's always a sign. No por ser agnóstica voy a ser tan grosera como para desacreditar a Jesús.

Así fue como esta sardina en lata llegó a dar a San José casi 40 minutos después de montarse. También aprendió que "Directo" no quiere decir "más rápido", como sí pasa con Liberia Directo, Quepos Directo, etc. Dulce Nombre Directo significa que se desvía de la ruta para llegar más rápido a San José pero, como esa ruta es tan conveniente y no es cubierta por ninguna otra línea, termina siendo el camión lechero Coronado-Llorente. Después me enteré de que el dichoso bus que tomé solo pasa una vez en la mañana y una vez en la noche. Imagínense, que buen pulso el mío.

Entonces la pregunta natural sería, bueno, no importa, ¿qué pasó cuando llegó a San José? No pasó nada. Llegué, estaba desértico, crucé dos cuadras hasta la otra parada y en 15 minutos estaba en la oficina. No se abrieron las nubes y vi a la Negrita, no me encontré un billetico de 100 USD, no me topé a un ex que me dijera que desde que yo había partido su vida era una desgracia, solo para yo decirle que yo sí estaba super feliz, no descubrí el secreto de la felicidad, ni siquiera vi un puesto ambulante que vendiera mangos (con eso hubiera compensado todo).

Venía de camino meditando cuál era la lección por aprender. Recordé que el mes pasado tomé por error un bus de la Trinidad. ¿Será que Dios le está manando señales a esta sardina para que estudie teología, funde una nueva religión, lea la Biblia (en vez de libros sobre la Biblia por pura pereza), se haga católica, o peor aún, monja? Porque para mí todo tiene significado, todo es un símbolo, señal. Busco patrones en las aceras como lo hace otra gente en las nubes. Ahora me percato de que siempre que veo un bus amarillo me monto en él, aunque hay como 10 líneas de la misma compañía. Más bien estoy agradecida de no haberme equivocado más veces. Entonces la lección ahí sería no juzgar algo muy a la ligera, ser más observadora o menos prejuiciada, y, en vez de lamentarse por las veces que algo sale mal, más bien estar agradecida por todas las veces que algo salió bien sin que lo cuestione.

Podrían también querer decirme que me fije bien cuando me monto en el bus. Póngase los anteojos. Lleve más Kleenex en la cartera. No teja en el bus. Siga su primer instincto. O será que la lección era que no había lección y tengo que dejar de buscarle las cinco patas al gato (y eso en sí sería una lección, porque yo no dejo de cabilar). Sea cual fuere, 30 minutos de atraso y 190 colones, que fue lo que costó, me parece un precio razonable por tanta reflexión anodina.

3 comments:

At 1:06 p. m., Blogger Jules said...

Totalmente identificada. Subirme en el bus equivocado me sucedi[o en el cole, en la escuela, en la U.

La última vez fue que me subí a un bus de Cedros. Toda feliz, hasta que después de un rato me di cuenta que el bus dio vuelta donde no debía y se alejaba cada vez más de mi destino. Maldita sea los buses de Barrio Pinto que NO cambian los rótulos de Cedros, U Latina y Super Sindy.

 
At 4:09 p. m., Blogger Humo en tus ojos said...

BUeno... no sé si te suena el episodio y como se rieron de mi TODOS, pero te lo refresco para que sigás validando lo poquito que te costo (en plata y tiempo) la lección de hoy: aquella vez perdida en el calendario de los tiempos en que recibiste un email (o señal de humo) contándote como yours trully ya iba super sentadísima en un tren para otro país totalmente fuera del itinerario... yo tengo la excusa de la ceguez y vos no, así que: o ignoras a la voz diabólica que te dice burradas, o te fijás bien para donde vas... o (¿será esta la intervención divina?) seguí adelante con el proyecto motorizar a la sardina con 4 ruedas ¿????

 
At 4:44 p. m., Blogger Sardina albina said...

medea: pero la tejida ha valido la pena. Ya tengo dos docenas de cuadritos :)

humisho: :O No pensé que Dios se tome un rato de su busy schedule para aventarme una indirecta sobre el auto. Me siento honrada.

 

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